Cuando hacemos memoria y empezamos a revisar los hechos históricos de nuestro país nos damos cuenta que fuimos muy avanzados en algunos temas, el de los camiones no es ajeno a ello.
El período entre guerras fue muy fructífero para las industrias argentinas, sobre todo para las vinculadas a la rama metal-mecánica.
La historia del primer camión argentino comienza cuando luego de varios viajes a Europa, el ingeniero Carlos Ballester consigue la licencia para fabricar en el país los vehículos de la marca Hispano-Suiza.
Para tal fin se crea en 1925 la firma Hispano Argentina Fábrica de Automóviles Sociedad Anónima (HAFDASA), empresa integrada por Carlos Ballester y Eugenio Molina.
Estos dos personajes ya eran conocidos en el ámbito empresarial, ya que tenían montada una fábrica de armas semiautomáticas, y eran proveedores del Ejército Argentino. Fue en esa misma planta de Campichuelo 250 en el barrio de Caballito donde se estableció HAFDASA.
En un comienzo proveyeron motores nafteros adaptables a vehículos de pasajeros y de carga de diversas marcas. Poco tiempo después, Carlos Ballester Molina, hijo de Carlos comenzaba el desarrollo de un motor Diesel, que eran toda una novedad inclusive en Europa ya que se habían inventado hacía muy poco.
Para el año 1939 ya tenía desarrollada 3 versiones de su motor bautizado Criollo, denominados D1, D2 y D3.
El motor D1 era un cuatro cilindros de 75 HP, destinado a pequeños vehículos, de hecho produjeron un sedán de 4 puertas llamado "Redondo", convirtiéndose en el primer coche Diesel de Argentina y uno de los primeros en el mundo.
Con los otros motores fabricaría dos camiones, el Chico con el motor D2 de 6 cilindros y 95 HP con tracción 4x4, el primero de producción local; y en un escalón mayor, el Grande con el motor D3 de 6 cilindros y 150 HP de tracción 6x6, destacándose por ser el primer camión 6x6 del mundo.
Cabe destacar que el único elemento importado tanto de los motores como del camión entero era la bomba inyectora marca Bosch, de origen alemán.
Por su estrecha relación con los altos mandos del Ejército por ser proveedores de armas, colocaron rápidamente lo camiones entre las filas de las F.F.A.A. Pero el proyecto era demasiado ambicioso para el mercado particular, y con el estallido de la II Guerra Mundial la cosa se puso más difícil, cesando la producción de los camiones en 1942 debido a la falta de acero.
Finalmente la empresa volvió a dedicarse en exclusivo a la fabricación de armas, y cerró sus puertas en 1953.
El período entre guerras fue muy fructífero para las industrias argentinas, sobre todo para las vinculadas a la rama metal-mecánica.
La historia del primer camión argentino comienza cuando luego de varios viajes a Europa, el ingeniero Carlos Ballester consigue la licencia para fabricar en el país los vehículos de la marca Hispano-Suiza.
Para tal fin se crea en 1925 la firma Hispano Argentina Fábrica de Automóviles Sociedad Anónima (HAFDASA), empresa integrada por Carlos Ballester y Eugenio Molina.
Estos dos personajes ya eran conocidos en el ámbito empresarial, ya que tenían montada una fábrica de armas semiautomáticas, y eran proveedores del Ejército Argentino. Fue en esa misma planta de Campichuelo 250 en el barrio de Caballito donde se estableció HAFDASA.
En un comienzo proveyeron motores nafteros adaptables a vehículos de pasajeros y de carga de diversas marcas. Poco tiempo después, Carlos Ballester Molina, hijo de Carlos comenzaba el desarrollo de un motor Diesel, que eran toda una novedad inclusive en Europa ya que se habían inventado hacía muy poco.
Para el año 1939 ya tenía desarrollada 3 versiones de su motor bautizado Criollo, denominados D1, D2 y D3.
El motor D1 era un cuatro cilindros de 75 HP, destinado a pequeños vehículos, de hecho produjeron un sedán de 4 puertas llamado "Redondo", convirtiéndose en el primer coche Diesel de Argentina y uno de los primeros en el mundo.
Con los otros motores fabricaría dos camiones, el Chico con el motor D2 de 6 cilindros y 95 HP con tracción 4x4, el primero de producción local; y en un escalón mayor, el Grande con el motor D3 de 6 cilindros y 150 HP de tracción 6x6, destacándose por ser el primer camión 6x6 del mundo.
Cabe destacar que el único elemento importado tanto de los motores como del camión entero era la bomba inyectora marca Bosch, de origen alemán.
Por su estrecha relación con los altos mandos del Ejército por ser proveedores de armas, colocaron rápidamente lo camiones entre las filas de las F.F.A.A. Pero el proyecto era demasiado ambicioso para el mercado particular, y con el estallido de la II Guerra Mundial la cosa se puso más difícil, cesando la producción de los camiones en 1942 debido a la falta de acero.
Finalmente la empresa volvió a dedicarse en exclusivo a la fabricación de armas, y cerró sus puertas en 1953.
Fuente: http://www.24con.com/nota/84920-el-primer-camion-argentino-salio-de-una-fabrica-de-armas/
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